Gracias

Muchas gracias a todos los que nos vinieron a ver, muchas gracias a todos los que apoyaron este proyecto y nos impulsaron en este viaje, como dice Baptista en un pasaje de la obra:

"¿Qué es la vida sin viajar y sin la probabilidad del riesgo?"

El equipo de Bingo
Mariana Maeso, Luis Izzi, Raúl Fagúndez, Cristina Velázquez, Andrés Alba, Sandra Riveiro, Fabián Acosta, Cecilia Terranova, Cristina Elizarzú, Lucía Acuña, Leticia Figueroa, Erica Gómez Ricci.

Realidad aparente - Teatral Uruguay

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Realidad aparente

Esta comedia de humor absurdo, que aborda la subjetividad de cada mirada, continuará con sus funciones los sábados de setiembre en el Teatro del Museo Torres García.

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El matrimonio de Baptista y Alba, falto de comunicación, utiliza a su empleada Bernarda para dialogar, aunque los dos ya saben lo que el otro dijo antes que la pobre asistente lo repita. Hasta aquí hablamos de un recurso bastante conocido: “Dígale a mi esposo que…”, “dígale a la señora que…”. Lo curioso está en las situaciones absurdas que plantean estos desequilibrados personajes, a los que se les suman un particular policía, Eulalia (sobrina de Bernarda) y su esposo. Cada personaje ve los hechos de manera diferente, en la mayoría de los casos de forma banal, y cada uno intenta imponer su perspectiva.

El Bingo se utiliza para hablar del juego, que es o fue practicado por alguno de los personajes, o como una expresión, por ejemplo, de descubrimiento (¡Bingo!) en la investigación de una sospechosa muerte que atraviesa la obra. Tan sospechosa que no se sabe si ocurrió.
“Qué es la realidad sino un simple y subjetivo punto de vista”, es lo que plantea esta comedia de humor absurdo. Cómo un mismo hecho puede ser visto de forma tan diferente por cada persona, y cómo cada una siempre intenta imponer su versión sin escuchar al otro, sin ser capaz de dejar a un costado “esa realidad aparente, totalmente banalizada desde nuestra perspectiva”, como dice la reseña de la obra escrita por Mariana Maeso.

Bingo! cuenta con las buenas actuaciones de Andrés Alba, Cristina Velázquez, Raúl Fagúndez, Sandra Riveiro, Fabián Acosta y la propia Maeso. La dirección es de Luis Izzi, la escenografía, el vestuario y la iluminación de Lucía Acuña y Leticia Figueroa, a quienes se suma Érica Gómez Ricci para completar la tríada encargada del maquillaje.

La comedia, de aproximadamente 40 minutos de duración, estuvo los viernes de agosto en el Teatro del Museo Torres García, y también estará allí todos los sábados de setiembre, a las 21:00 horas.

Más información: Bingo!

Teatral Uruguay

Bingo en Radio Nacional CX30

El 20 de agosto visitamos los estudios de Radio Nacional, compartimos la nota que le realizo Sandra Barnech a parte del equipo de Bingo.
Gracias Sandra Barench y Alejandro Barreto.


www.la30.com.uy

Bingo, teatro del absurdo - Diario La República

Publicado el 17/8/2013 - Diario La República

“Bingo”, de Mariana Maeso, es teatro del absurdo, y en los cómicos diálogos del comienzo, donde una pareja (Mariana Maeso, Andrés Alba), que están en una misma pieza, se comunican (y cada vez se incomunican más) a través de una doméstica (Cristina Velázquez), viene de Ionesco.

Lo que sigue, con la aparición de un policía (en el estreno, el director Luis Izzi) en un monocorde estilo de disparate corrido, se asemeja a las invenciones de Rafael Spregelburd. La autora tiene chispa ocasional y logra un clima continuo de irrealidad; como actriz, con una presentación física deliberadamente irreal, exhibe un ritmo de dicción sorprendente y una voz no menos inclasificable que por momentos parece salir de una máquina. Todo ello, con ser mucho es superado por los extraños visajes y las no menos sorprendentes modulaciones de la voz de Andrés Alba. Solo la mímica de ambos, mímica precisa y segura, los emparenta con estilos de actuación reconocibles. Sin mengua de los méritos de Maeso, luego de la primera media hora las ideas y sus efectos comienzan a repetirse; si bien esto es explicable, porque la inventiva suele agotarse, el principal reparo a la obra es la falta de equilibro, de composición, de dialéctica. Como en obras anteriores de Maeso, como “Otro final para Federico”, no hay solución de continuidad en la idea rectora, no hay un descanso, una pausa, un repliegue de la acción que nos deje pensar. Es posible que ese efecto de saturación sea deliberado, pero tiene claramente, y “Bingo” lo demuestra, el peligro de que el espectador, que no se aburre se canse de tanto chisporroteo, se desinterese de lo que sucede en la escena. Como su obsesionante escenografía (Lucía Acuña y Leticia Figueroa), poblada de frascos de todos los tamaños como si aquello fuera el delirio de un boticario, como sus luces espectrales, “Bingo” parece abrirse y cerrarse sobre sí misma, desafiando toda explicación, como el matrimonio de la primera escena.

En la sala del Museo Torres García.

"El manicomio en que vivimos" - VOCES

por Leonardo Flamia - Jueves 15 de agosto | 2013 - VOCES

Es difícil mientras uno ve Bingo no recordar en algún momento el film El gabiente del Doctor Caligari, no por afinidad estética, sino por ese marco de la película expresionista que convierte a la historia narrada en el film en el delirio de un “loco” recluido en un manicomio. Si en Caligari los habitantes del manicomio, el psiquiatra, los enfermeros y los otros internos, daban material para el delirio del protagonista, en Bingo pareciera que los “locos” que protagonizan la obra (que parecen teatreros si recordamos nombres como Alba y Bernarda) también parten de “compañeros” y “médicos” para generar el mundo delirante que vemos.

La estructura parece moldearse sobre otros espectáculos teatrales, la primer escena por ejemplo, con el diálogo entre una pareja con mayordomo (ama de llaves en este caso), nos recuerda a Ionesco, por nombrar un caso de este tipo de situaciones teatrales. También tiene algo de hilarante la absurda investigación de la segunda escena, en que se concluye que hubo un “homicidio” muy particular para obtener una herencia. Ya a partir de la tercera escena, y de la aparición de nuevos personajes, la obra empieza a entrar en el caos (un caos buscado) y empieza a ser difícil seguir las elucubraciones de los personajes. Es allí en que vemos el intento de imponer la realidad de unos personajes sobre otros, y la manipulación de los recuerdos para reelaborar el pasado.
Leyendo el blog de la obra nos encontramos con lo siguiente: “Baptista y Alba se encuentran inmersos en una realidad propia, que por momentos logra dar un sentido a sus vidas y a su relación con la sociedad. Nos colocamos como espectadores, observamos la realidad que un grupo de desequilibrados se inventa. Por un momento nos parecen simpáticos, nos reímos del absurdo, lo disfrutamos. Pero, ¿qué pasa cuando esa realidad se instala y no es una simple escena, sino que la pérdida de la consciencia y el desequilibrio es constante? ¿Simplemente observamos, o nos acercamos y sentimos la proximidad? ¿Nos emparentamos con estos sujetos, nos hacemos cargo, o tratamos de imponernos?”. Estas interrogantes nos recuerdan otro filme, en este caso Insania de Jan Svankmajer, en que el director afirma: “La película propone, en esencia, un debate ideológico sobre la gestión de un manicomio. En principio, hay dos maneras de hacerlo. Ambas son igualmente extremas. Una alienta la libertad absoluta; la otra, el método obsoleto y comprobado de vigilar y castigar. Pero hay un tercer método que combina y resume los peores aspectos de los dos primeros. Es el manicomio en el que todos vivimos hoy.”

En este debate ideologico parece plantarse esta obra de Mariana Maeso que además, de la mano del siempre preciso Luis Izzi. Tiene una gran actuación encarnando a la neurótica Alba. Todo el elenco está correcto, pero Maeso imprime una potencia a su personaje que termina robándose el espectáculo.

Bingo: Autora Mariana Maeso. Dirección: Luis Izzi. Elenco: Andrés Alba, Mariana Maeso, Cristina Velázquez, Raúl Fagúndez, Fabián Acosta y Sandra Riveiro.

Funciones: viernes 23 y 30 de agosto a las 21:00. Teatro del Museo Torres García (Sarandí 683).


Sobre la puesta en escena y la teatralidad


Bingo se plantea sobre la premisa de que cada personaje está cuerdo, y los otros son los locos; el realismo de la actuación es distorsionado por la visión de los otros, y no la de uno mismo. Se apuesta a una puesta en escena libre, basada en la actuación por encima de cualquier parafernalia, el actor como protagonista de la puesta en escena.
La dualidad de conceptos estéticos, o la apertura de interpretación que se busca en el público, va directamente a que el espectador sea el lente que deforma la imagen, que desde su perspectiva se escriba la historia, y por qué no: se cierre -o se abra- el final.

Bingo es una obra de género absurdo, de incomunicación, de juego de palabras, de historias superpuestas, y personajes que son lo que aparentan, pero no aparentan lo que son.


Bingo muestra, visto bajo un lente distorsionado, una realidad aparente,
totalmente banalizada desde nuestra perspectiva.

Cada personaje, que desde su óptica encuentra insana la realidad de los otros,
intenta imponer la suya y, por medio de la conspiración, la manipulación y el engaño
consciente e inconsciente buscan -y por momento lo logran- controlar la situación
y llevarla a su lugar de comodidad, a su realidad.

Viernes 2, 9, 23 y 30 de agosto a las 21:00hs
Teatro del Museo Torres García
Sanrandí 683


Actúan: Andrés Alba, Mariana Maeso, Cristina Velázquez, Raúl Fagúndez, Fabián Acosta y Sandra Riveiro
Dirección: Luis Izzi
Dramaturgia: Mariana Maeso
Escenografía, Vestuario e Iluminación: Lucía Acuña y Leticia Figueroa
Maquillaje: Erica Gómez Ricci, Lucía Acuña y Leticia Figueroa
Fotografía y diseño gráfico: Luis Izzi
Producción Ejecutiva: Cecilia Terranova y Cristina Elizarzú
Producción: Utópica Producciones

Afiche


Ensayos en la Sala